Francia es un país a la vanguardia por la oferta de campings y complejos turísticos, a menudo reunidos en consorcios para ofrecer estándares de calidad muy similares entre una estructura y otra. Partiendo de este presupuesto es posible entender cómo el turismo al aire libre en Francia se ha desarrollado en los años, del mismo paso que con el crecimiento de la demanda de los millones de viajeros, extranjeros y franceses, que la escogen cada año para las vacaciones en el mar, en las ciudades de arte o para tours de descubrimiento del rico patrimonio enogastronómico.

Las vacaciones en el mar en Francia están sujetas a las estaciones. Bañada al sur por el Mar Mediterráneo con su clima leve, en la célebre Costa Azul cerca de Italia y en el tramo de la rivera francesa que conduce a España, Francia ostenta los tramos de costa más largos en la más fría vertiente atlántica. Hablando de vacaciones en el mar en Francia, particularmente en las playas del Océano Atlántico, es necesario hacer otras distinciones: estaciones balnearias más largas al sur en el Golfo de Vizcaya, en la frontera con España, y temperaturas cada vez más rígidas prosiguiendo hacia el norte, con la Bretaña que marca idealmente la frontera que a través del Golfo de Saint Malo, conduce al canal de La Mancha y al Paso de Calais, hasta los rigores del Mar del Norte en la frontera con Bélgica.

Sin embargo, cuando se habla de turismo en Francia, las vacaciones balnearias dejan espacio a los tours de descubrimiento de un territorio rico de atracciones: desde las pequeñas aldeas a las ciudades de arte como la capital París con la Torre Eiffel, pasando por escenarios únicos como el Mont Saint-Michel en Normandía, sin olvidar la espléndida vista de los campos de lavanda en Provenza, sugestivos en el período de junio a fines de agosto.

Independientemente del tipo de vacaciones escogidas y del hecho de que se opte por la estadía en los campings y en los complejos turísticos, visitar Francia significa tener numerosas opciones para llenar la agenda de compromisos durante el viaje. Entre estos no pueden faltar los almuerzos y las cenas para gustar las especialidades culinarias y los vinos franceses de los que se habla en todo el mundo.