Molise: guía de viaje

La región donde se cruzan el meridiano 15 ° Este y 42 ° de latitud norte.

En la Italia central encontramos una bonita región bautizada con el nombre de Molise, con una población cercana a 320.000 habitantes, lo que la convierte en el segundo territorio más pequeño del país. Situada entre el Mar Adriático y los Apeninos, estas tierras ofrecen al visitante sus paisajes naturales marcados por las cañadas y las antiguas rutas de la trashumancia, así como también su trayectoria histórica, su legado cultural y su rica gastronomía. Se trata de un viaje hacia lo desconocido porque esta región es todavía un destino turístico virgen. Pueblos, conventos, castillos y magníficos parajes que pueden hacer de unas vacaciones en familia un recuerdo especial, marcado por la diversión si nos decidimos por una agradable estancia en algún camping.

Campings en la región de Molise

Las familias pueden alquilar una cabaña, una Mobil Home o un bungalow con una gran variedad de comodidades; acudir con su caravana o autocaravana o, si lo prefieren, instalarse en una tienda de campaña. En cualquier caso, pasarán unos días felices jugando al tenis, al fútbol, al basket, al volley o al ping-pong, disfrutando de animación para niños y también de parques infantiles, matando el tiempo en la sala de videojuegos y recreación, y cómo no relajándose en piscinas, jacuzzis o hasta en aguas termales. Instalaciones amplias, con buen servicio, un amplio programa cultural y un mantenimiento limpio y agradable.

¿Qué ver en Molise?

Las provincias de la región son Campobasso (la capital) e Isernia y ambas son dignas de visitar. La capital es un pozo de historia custodiado por el grandilocuente Castillo de Monforte. Ni falta mencionar el Museo Provinciale Sannitico, que nos aportará una extensa información acerca de las primeras civilizaciones del lugar. Podremos asimismo visitar un museo de la gaita en el pueblo de Scapoli, o echar un vistazo a uno de los oficios más antiguos del mundo, el de la fabricación de campanas, en Agnone. Los amantes de los castillos y las iglesias encontrarán también un encanto especial con las edificaciones de Venafro y Termoli, donde se apiña todo un conjunto arqueológico de la época romana. Y para disfrutar de la naturaleza del lugar, no olvidemos andar por los Tratturi o cañadas: unos caminos de hierba por donde anduvieron campesinos y sus rebaños, y que hoy son transitados por las masas turísticas.